Para la mayoría de los conductores de vehículos eléctricos (EV), la carga rápida es una segunda opción y no una primera opción. Aparte de la logística, los precios y la conveniencia general de la experiencia, la carga rápida a menudo se asocia con la degradación de la batería. Lea todos los manuales sobre vehículos eléctricos en línea y verá cómo la carga rápida de CC no es una opción muy sugerida.

Si bien las tecnologías de baterías de vehículos eléctricos han evolucionado para adaptarse a la carga de alta potencia, todavía se considera un gran culpable de la reducción de la vida útil de la batería. Entonces, ¿la carga rápida es mala para la batería de un vehículo eléctrico? La respuesta corta es no, siempre y cuando se haga con moderación.

¿Cómo funciona la carga rápida de CC?

La carga rápida de CC recarga la batería de un vehículo eléctrico mucho más rápido que la carga de CA tradicional. En lugar de convertir la energía de CA de la red en energía de CC dentro del vehículo, como lo hacen los cargadores de CA, los cargadores rápidos de CC suministran energía de corriente continua (CC) directamente a la batería del vehículo. Esto evita el cargador integrado del vehículo, lo que permite tiempos de carga significativamente más rápidos.

Las estaciones de carga rápida de CC tienen diferentes potencias de salida, pero son diez o más veces más rápidas que los cargadores de CA normales. Los cargadores de CC pueden llevar la batería de su vehículo eléctrico del 0 al 80 % en menos de una hora, dependiendo de su capacidad.

Conservación de la batería de su coche eléctrico

Las baterías de los vehículos eléctricos son el corazón del sistema de energía del vehículo y su salud afecta directamente el rendimiento y la longevidad. Para conservar la batería de un vehículo eléctrico, se deben considerar varios factores:

1: Sistema de gestión de batería (BMS): los vehículos eléctricos están equipados con BMS sofisticados que monitorean y regulan varios parámetros como la temperatura, el voltaje y las tasas de carga para optimizar el rendimiento y la longevidad de la batería.

2: Sistemas de gestión térmica: Los robustos sistemas de gestión térmica disipan el calor generado durante la carga para evitar el sobrecalentamiento, que puede degradar las celdas de la batería.

3 : Prácticas de carga: seguir las mejores prácticas de carga, como evitar temperaturas extremas, utilizar la carga programada y cumplir con las pautas del fabricante, ayuda a mantener la salud de la batería.

Cobrar a tarifas moderadas

Cuando utilice la carga rápida, opte por velocidades de carga moderadas para equilibrar la velocidad con el estado de la batería. Las altas velocidades de carga pueden generar un exceso de calor, lo que puede estresar la batería y contribuir a su degradación con el tiempo. Consulte el manual de su vehículo eléctrico o las especificaciones de carga para determinar la tasa de carga óptima para su vehículo. Algunos fabricantes de vehículos eléctricos equipan sus vehículos con software y control de limitaciones de la batería que reducen las velocidades de carga rápida una vez que el estado de carga alcanza el 80%.

Evite las temperaturas extremas

Cargar en temperaturas extremas, ya sea excesivamente calientes o frías, puede afectar negativamente el rendimiento y la salud de la batería. Las altas temperaturas aceleran la degradación de la batería, mientras que las bajas temperaturas pueden reducir la eficiencia y la capacidad de carga. Siempre que sea posible, cargue en condiciones de temperatura moderada para mantener la salud de la batería.

Utilice la carga programada

Aproveche las funciones de carga programada disponibles en muchos vehículos eléctricos para optimizar los tiempos de carga y evitar la exposición prolongada a niveles altos de estado de carga (SoC). La carga programada le permite establecer tiempos de carga según su rutina diaria, lo que garantiza que la batería se cargue cuando sea necesario sin sobrecargar ni subutilizar la infraestructura de carga.

Siga las pautas del fabricante

Siga las pautas y recomendaciones del fabricante con respecto a las prácticas de carga, incluidas las velocidades máximas de carga, los niveles de SoC y la frecuencia de carga rápida. Cada modelo de vehículo eléctrico puede tener requisitos y limitaciones específicos según la tecnología de la batería, los sistemas de gestión térmica y otros factores. Si sigue las pautas del fabricante, puede maximizar la longevidad y el rendimiento de la batería y, al mismo tiempo, minimizar el riesgo de daños.